Contrato terapéutico
Si solicitas mi ayuda como psicólogo y nos vemos por primera vez en mi consulta o a través de una videoconferencia, lo primero que te voy a proponer es que leas un escrito que contiene varias propuestas que, si estás de acuerdo, regirán algunos aspectos prácticos de nuestra relación.
Esos aspectos, y alguno más, son los que voy a tratar seguidamente y que tienen que ver con las normas que yo me comprometo a cumplir (confidencialidad, la duración de las sesiones, el precio por consulta, la forma de pago, principios éticos, etc.) y las normas que, si firmas el acuerdo, tú te comprometerás a cumplir (qué ocurre cuando no acudes a una cita, puntualidad, etc.)
Por supuesto, ese contrato inicial puede ser revisado y modificado a lo largo de la terapia si los dos lo consideramos oportuno.
Secreto profesional
Me comprometo a no divulgar la información que me aportes durante el proceso terapéutico, salvo que me des tu consentimiento para hacerlo.
Este compromiso tiene algunas excepciones.
Puede saltarme la confidencialidad en aquellas situaciones que pudieran representar un riesgo muy grave para ti o para terceras personas; o cuando me lo ordenaran judicialmente (en cuyo caso sólo estaría obligado a proporcionar la información que sea relevante para el asunto en cuestión manteniendo la confidencialidad de cualquier otra información).
Duración de cada sesión
Procuro dedicar unos 10 minutos antes de empezar la consulta a centrarme (acostumbro a caminar lentamente de un lado a otro de mi pequeña consulta atento a mi cuerpo y a mi respiración).
La conversación contigo durará unos 75 minutos.
Cuando te hayas ido, tomo notas de lo que hemos hablado, de lo que te haya recomendado y cualquier cosa que sea relevante para nuestro trabajo en común. En una palabra, cumplimento la historia clínica que, como profesional sanitario, estoy obligado a escribir y mantener durante 5 años.
Antes de que nos veamos la próxima vez leo los últimos “capítulos” de esta historia clínica para refrescar mi memoria.
Mi costumbre es citar a las personas que atiendo cada dos horas (para que me dé tiempo a hacer todo lo que te acabo de contar).
Número de sesiones
Procuro que la terapia dure lo menos posible. Una terapia que dure diez sesiones podríamos decir que ha sido bastante breve, aunque, por supuesto, hay que personas que resuelven su problema en menos tiempo y las hay que necesitan bastantes más.
Regularmente evaluaremos cómo va nuestro trabajo en común y tomaremos decisiones compartidas en cuanto a la finalización o continuidad de ese trabajo.
Tarifas y forma de Pago
Seguidamente copio lo que tengo escrito en mi página web:
La tarifa es la misma nos veamos de manera presencial o vía online.
Cuando se trate de una sesión presencial lo habitual es que el pago sea en efectivo.
Si se trata de una sesión online el pago será por adelantado realizando un ingreso o una transferencia en una cuenta que te proporcionaré.
Si quieres saber cuál es esa tarifa puedes mandarme un mensaje preguntándomelo (Contacto) o a través de Whatsapp y te contestaré lo antes posible.
Si no especifico aquí el precio de mis servicios es porque nos lo prohíbe el código deontológico del Colegio de Psicólogos que, hablando de la publicidad, en su artículo nº 50 dice, entre otras cosas, lo siguiente: «En ningún caso hará constar los honorarios, ni ninguna clase de garantías o afirmaciones sobre su valía profesional, competencia o éxitos».
¿Qué ocurre si no asistes a una consulta?
Copio uno de los párrafos del contrato terapéutico que te daré a firmar:
“En el caso de no ser posible la asistencia a alguna de las sesiones, lo comunicarás con al menos 24 horas de antelación. En caso contrario serás financieramente responsable de esa sesión perdida, a menos que se trate de un accidente o enfermedad imprevista, debiendo abonar los honorarios correspondientes al comienzo de la siguiente sesión”.
Cuando alguien no se presenta a la cita, o me avisa con muy poca antelación, supone para mí que no puedo atender a otra persona en ese hueco de dos horas que reservo para cada consulta; o, dicho de otra manera, me quedo sin poder trabajar todo ese tiempo.
Puntualidad
Por mi parte, tiene que ocurrir una desgracia para que no esté preparado para atenderte a la hora que hayamos quedado.
Si eres tú el que te retrasas, esos minutos que llegas tarde serán minutos que dejaremos de utilizar para avanzar en nuestra labor compartida (lo más probable es que después de atenderte a ti tenga cita con otra persona a la que no quiero hacer esperar). Habrás pagado por un tiempo que desaprovechas.
¿Podemos relacionarnos fuera de la terapia?: relaciones duales
Una relación dual en psicoterapia ocurre cuando el terapeuta mantiene, además de la terapéutica, otra relación con un paciente que puede ser social, profesional, financiera, etc.
El meta-código ético de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos en el artículo 3.4.4 dice:
- “Los psicólogos tendrán conocimiento de los posibles problemas que pueden resultar del establecimiento de relaciones duales así como la obligación de evitar las relaciones duales que reduzcan la distancia profesional necesaria o que puedan conducir a un conflicto de intereses
o a la explotación de un cliente”. - “Obligación de no aprovecharse de una relación profesional en favor de intereses personales, religiosos, ideológicos, políticos u otros”.
- “Tendrán conocimiento de que los conflictos de intereses y la desigualdad de poder en una relación profesional, se mantiene aún después de que ésta formalmente haya concluido, por lo que aún se mantiene la responsabilidad profesional”.
Como puedes ver, mantener otro tipo de relaciones aparte de la relación terapéutica no es muy recomendable ya que puede afectar negativamente a esa relación que busca resolver tus problemas.
Y que conste que no siempre resulta fácil cumplir este precepto.
En mi trabajo conozco a personas muy interesantes con las que me gustaría seguir tratándome fuera de la terapia porque me resulta grato encontrarme con ellas.
Además, atiendo a profesionales muy competentes que podrían serme muy útiles si pudiera contratarlos, y con los que ya he establecido una relación de confianza.
Palabras finales
El contrato terapéutico define cómo podemos formar tú y yo un equipo terapéutico en el que nuestros respectivos papeles y expectativas estén delimitados lo mejor posible.
Tal vez no exista nada más amenazante para quien decide pedir ayuda psicológica que la incertidumbre sobre lo que te vas a encontrar la primera vez que acudes a una cita con un psicólogo.
Espero haber contribuido a disminuir esa incertidumbre explicando qué hace un psicólogo (qué hago yo) durante la primeta consulta.
Si quieres leer más artículos sobre lo que ocurre durante una psicoterapia puedes ir a la siguiente sección de este blog: