Te propongo algunos ingredientes con los que yo cocino mi propio potaje de la felicidad.
Soy consciente de que son múltiples las combinaciones posibles y de que me dejo fuera de esta lista muchos ingredientes importantes; pero con los que propongo se pueden cocinar muy buenos platos que incrementen nuestra felicidad. Los voy echando en la olla según se me van ocurriendo.
- Abordar cada día con el ánimo de mejorar algún pequeño detalle de nuestra vida cotidiana.
- ¿Cómo puedo mejorar la relación con las personas con las que me trato?
- ¿Cómo puedo mejorar la relación con mi cuerpo?, etc.
- Incluyendo aspectos materiales (la decoración de nuestra casa, su funcionamiento, los aparatos que utilizamos, la ropa…).
- Propiciarse de vez en cuando un descanso profundo. Algunos días en los que podamos estar solos y sin ningún tipo de distracción: sin lecturas, televisión, música, conversaciones, etc. A veces lo que más necesitamos es recogernos para poder reponer la energía que hemos gastado más allá de lo prudente.
- Hacer una lista en donde especifiquemos lo que en nuestra vida podemos controlar y lo que no podemos.
- Prestar atención a las actividades cotidianas. Mirar cada cosa que hacemos, pensamos o sentimos como si fuese la primera vez que nos ocurre.
- Procurar ser una fuerza beneficiosa para las personas con las que nos relacionamos.
- Buscar la tranquilidad.
- Buscar la belleza.
- Huir de una actitud de victimismo.
- Hacer ejercicio de manera moderada.
- Sonreír.
- Escuchar a los demás tratando de entender cómo ven el mundo.
- Leer. Sobre lo que los libros me han ayudado a mí he escrito el artículo que podrás ver en el siguiente enlace:
¿Te apetece alargar esta lista?
¿Quieres compartir tu receta preferida para incrementar la felicidad?
Sea lo que sea lo que prefieres hacer, te deseo buen provecho.