Anticáncer

cáncer

Recomiendo un libro para prevenir el cáncer

Quiero recomendar un libro que me ha resultado muy interesante y útil: “Anticáncer: Una nueva forma de vida”. Su autor, David Servan-Schreiber pasó, según sus propias palabras,  “ de ser un investigador científico con un desconocimiento absoluto sobre las defensas naturales del organismo, a utilizar en mi práctica médica estos mecanismos naturales por encima de cualquier otro elemento. El cáncer que tuve me sirvió para llevar a cabo ese cambio”. (Seguiré copiando y pegando fragmentos de su libro con la esperanza de que con este picoteo se os abra el apetito de leerlo).

Los mecanismos del cáncer

La primera parte del libro ofrece una panorámica diferente de los mecanismos del cáncer, confeccionada a partir de tres elementos:

  • El funcionamiento (crucial, aunque todavía escasamente conocido) del sistema inmunológico.
  • El descubrimiento de los mecanismos inflamatorios que explican la aparición de los tumores.
  • La posibilidad de detener su expansión si se consigue que los vasos sanguíneos no los alimenten.

Métodos para prevenir el cáncer

Partiendo de esta nueva manera de ver la enfermedad se presentan cuatro métodos novedosos.

Cualquiera de nosotros está en condiciones de llevarlos a la práctica, de crear una biología anticáncer a nuestra medida, en la que intervendrán el cuerpo y también la mente.

Dichos métodos consisten en:

  • Aprender a protegernos de los desequilibrios medioambientales que están en marcha desde 1940 y que propician la actual epidemia de cáncer.
  • Ajustar nuestra alimentación, con el fin de reducir el consumo de sustancias cancerígenas y añadir el mayor número posible de las sustancias fotoquímicas que combaten activamente contra los tumores.
  • Comprender y sanar las heridas psicológicas que refuerzan los mecanismos biológicos del cáncer.
  • Crear una nueva relación con nuestro propio cuerpo, una relación que estimule el sistema inmunológico y reduzca la inflamación que hace que crezcan los tumores.

El cáncer se alimenta de azúcar

Cuando ingerimos azúcar o harinas blancas, es decir, alimentos con alto «índice glucémico», los niveles de azúcar en sangre aumentan rápidamente.

De inmediato el cuerpo libera la dosis de insulina necesaria para que la glucosa pueda penetrar en las células.

Esta secreción de insulina va acompañada de la emisión de otra molécula, llamada IGF (factor de crecimiento similar a la insulina), cuya misión es estimular el crecimiento celular.

En resumen, el azúcar nutre los tejidos y hace que crezcan más deprisa. Pero además la insulina y el IGF tienen en común otro efecto: potenciar los factores de inflamación, que estimulan el crecimiento celular y actúan como un abono para los tumores.

Cada uno de nosotros puede reducir ya la cantidad de azúcar refinado y de harinas blancas que consumimos en la alimentación. Está demostrado que la mera reducción de estos dos alimentos posee un rápido efecto en el nivel de insulina y de IGF en la sangre.

Alimentos que actúan como medicinas

Si determinados alimentos de nuestra dieta pueden actuar como fertilizantes para los tumores, hay otros que, por el contrario, contienen valiosas moléculas anticáncer.

Como han puesto de manifiesto recientes descubrimientos, no se trata solo de las habituales vitaminas, minerales y antioxidantes.

El té verde bloquea la invasión de los tejidos y la angiogénesis (debe dejarse en infusión entre cinco y ocho minutos como mínimo, idealmente, diez minutos).

La soja bloquea hormonas peligrosas.

La cúrcuma es un potente antiinflamatorio. La cúrcuma (el polvo amarillo que constituye uno de los ingredientes del curry amarillo) es el antiinflamatorio natural más potente identificado a fecha de hoy. Para que el organismo la asimile, debe mezclarse con pimienta negra. Lo más idóneo es disolverla en aceite (de oliva o linaza preferiblemente).

Las mezclas de curry que se venden en los comercios contienen únicamente un 20 por 100 de cúrcuma en total. Por eso es mejor obtener el polvo de cúrcuma directamente. Recomendaciones de uso: Mezclar ¼ de cucharada sopera de cúrcuma en polvo con ½ cucharada sopera de aceite y una generosa pizca de pimienta negra. Aderezar con esta mezcla verduras, sopas y ensaladas.

La hierbabuena, el tomillo, la mejorana, el orégano, la albahaca y el romero. Todas ellas son ricas en ácidos grasos de la familia de los terpenos, que son los que las hacen tan aromáticas. Se ha comprobado que los terpenos actúan sobre una gran variedad de tumores, ya que reducen la expansión de las células cancerosas o bien provocan su muerte.

El nuevo plato estándar

La dieta anticáncer se compone principalmente de verduras (y legumbres) acompañadas de aceite de oliva (o de linaza) o bien de mantequilla orgánica, además de ajo, hierbas y especias.

La carne y los huevos son opcionales y no representan el ingrediente principal del plato. Están ahí, en primer lugar, para dar gusto. Esto es, justo lo contrario del típico plato occidental compuesto por un trozo grande de carne en mitad del plato, y un puñadito de verduras a un lado.

Y ya dejo de cortar y pegar deseando que os haya entrado ganas de leer el libro entero. Por supuesto, en este libro no solo encontraréis consejos sobre cómo comer de una manera saludable y protectora.

También os encontraréis con reflexiones relacionadas con la importancia de tomar conciencia “…del valor y la belleza de la vida que alienta dentro de nosotros. Debemos prestarle atención y cuidarla como cuidaríamos de un niño que dejasen en nuestras manos”.

También leeréis sobre la sinergia de las fuerzas naturales; y otras muchas reflexiones que me parecen de vital importancia.

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