La salud
La salud, según la definición presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia.
Es evidente que la psicología tiene su principal campo de acción, cuando hablamos de salud, en la parte de la definición que hace referencia a la mente; pero también contribuye a la salud física de diferentes maneras. Veamos algunas de ellas
Psicología y salud del cuerpo
En un artículo que titule Médicos y psicólogos: colaboración deseable reflexionaba sobre las dificultades psicológicas que producen infinidad de síntomas físicos y que un psicólogo puede atender aliviando la carga a la que están expuestos los médicos.
Además de esa colaboración deseable entre médicos y psicólogos cuando las emociones producen síntomas físicos, la psicología tiene mucho que aportar en otras áreas relacionadas con la salud. Expongo algunas reflexiones que apoyan esa idea.
- Cierto estilos de vida poco saludables afectan gravemente a la salud. Supongo que estarás de acuerdo en que esos estilos de vida tienen mucho que ver con la mente y sus elecciones inadecuadas: dormir poco, sedentarismo, conductas de riesgo, etc.
- Los muy frecuentes trastornos cardiovasculares, respiratorios, gastrointestinales, etc. se los considera trastornos psicosomáticos, es decir, problemas de salud en donde las cuestiones ambientales y psicológicas tienen una gran importancia en su origen, mantenimiento y tratamiento.
- El aumento del interés de las personas por la prevención de las enfermedades. Lo cual implica tomar decisiones que incrementen nuestra salud.
- Tambiénel interés por aumentar la calidad de vida de las personas, aunque estas sufran enfermedades crónicas. Y también en este caso la psicología puede echar una mano.
Contribución de la psicología a la salud
Todos los factores enumerados anteriormente se relacionan, en gran parte, con nuestro comportamiento cotidiano y las condiciones del medio que nos rodea. Es decir, conceptos como prevención de la enfermedad, promoción de la salud, mejora de la calidad de vida, rehabilitación tienen mucho que ver con nuestros hábitos cotidianos.
Y ahí es donde la psicología puede colaborar con nuestra salud interviniendo sobre los estilos de vida y las circunstancias ambientales que pueden afectar a las personas.
Veamos algunos ejemplos.
El control del estrés
Hans Selye tuvo el mérito de describir por primera vez la respuesta al estrés. Para la psicología fue un descubrimiento importante ya que ofreció una explicación de cómo los factores psicológicos pueden hacer mella en el cuerpo.
El estrés eleva los niveles de glucocorticoides, adrenalina y noradrenalina; lo que a su vez hace que aumente el riesgo de que surjan muchas enfermedades físicas o de que se compliquen las ya existentes.
Controlar el estrés incluye la modificación de situaciones potencialmente estresantes y el manejo de las maneras en que solemos enfrentarnos a esas situaciones.
Y es que el impacto del estrés dependerá en buena parte de la apreciación que hagamos de la situación estresante y, también, de si nos consideramos con los recursos propios necesarios para superar dicha situación.
A principios de los años ochenta surgió un nuevo campo de investigación: la psiconeuroinmunología que estudia las interacciones entre los factores psicológicos, el sistema nervioso y el sistema inmunitario.
Las conductas habituales y la salud
Se podría disminuir las principales causas de muerte controlando hábitos como los siguientes:
- comer en exceso
- fumar
- sedentarismo
- consumo de alcohol
- consumo de drogas
- relaciones sexuales sin tomar precauciones
- etc.
Creo que estarás de acuerdo en que la psicología tiene algo que aportar cuando se trata de sustituir hábitos perjudiciales para la salud por otros que la fomenten.