Los malos momentos son inevitables
Los periodos en los que nuestro estado de ánimo es bajo son inevitables. Hay días en que luce un sol radiante y días nublados. Siempre habrá malos momentos.
Lo que te propongo a continuación son unos pequeños consejos que pueden serte útiles para evitar que los días nublados se conviertan en temibles tormentas.
Cuando veas venir el abatimiento
Para elevar el estado de ánimo existen dos tipos de actividades adecuadas: por un lado, las actividades gratificantes; y por otro, las que nos producen una sensación de dominio, de logro, de estar “al frente” de nuestra vida.
Así que cuando le veas las orejas a la tristeza, al abatimiento, a la desgana, trata de llevar a cabo algo de lo siguiente:
Actividades gratificantes
Emprende alguna actividad agradable.
Puede consistir la actividad agradable en ser amable con tu cuerpo: prepárate un buen baño caliente; arréglate el pelo; permítete comer lo que te gusta sin sentirte culpable; échate una siesta fuera de hora, etc.
También puedes pasear; visitar a un ser querido; hacer ejercicio; ir de compras; leer algo que te reconforte; escuchar música que te anime, etc.
Sensación de dominio
Haz algo que te proporcione una sensación de satisfacción, de control de la situación, de labor bien hecha.
Puede ser limpiar la casa; ordenar un armario, una despensa, un cajón; arreglar algún desperfecto de la casa; responder a las cartas pendientes; ejecutar algo largamente pospuesto, etc.
Conciencia del cuerpo
Y la tercera cosa que te propongo es que prestes una especial atención a todo lo que estés haciendo, a las sensaciones que captas cuando cambias de postura, cuando caminas por la calle y el aire roza tu piel; el contacto de tus pies con el suelo; que oigas detenidamente los sonidos que llegan a ti; que seas consciente de tu respiración.
Haz una lista
Estaría bien que escribieras una lista que incluya actividades que te dan placer y actividades que te proporcionan una sensación de dominio.
Y cuando veas venir los nubarrones puedes seleccionar alguna de esas actividades para ponerla en práctica.
Así cuidarás de ti mismo en esos momentos “delicados”.
El siguiente artículo también te puede ayudar a llevar con «gracia» los malos momentos: